Bueno, pues al fin llegó el lárgamente esperado primer día de excavaciones en Somosaguas. La verdad es que el día de hoy se ha pasado volando y se han propuesto cosas que indican que este puede ser un buen año, y si no es bueno al menos muy interesante.
En primer lugar tuvimos que poner el toldo. Fue bonito ver cómo todos colaborábamos, de mayor o menor modo. Geólogos, biólogos, políticos, sociólogos y demás, todos unidos en la misma causa: tirar de las esquinas del toldo para tensarlo bien. Creo que hicimos un buen trabajo, espero que los mástiles aguanten...
Después de la odisea del toldo, y mientras Omid nos explicaba un poco de la paleo, Jaime vino a rescatarnos, pues necesitaba gente para un trabajo. Y como necesitaba dos, fuimos cuatro. Lo que hicimos fue marcar con unos hierros y una cinta aislante el contacto entre T1 y T3, con Nieves y su GPS detrás para hacer mediciones más precisas... y Jaime indicándonos a todos desde los montículos de las torres de alta tensión. ¿Quién dijo que el trabajo de geólogo no era arriesgado?
Luego se nos ocurrió una gran idea. Bueno, se le ocurrió a Jaime y Nieves. Como hay una parte del terreno en la que se perdía el contacto entre las litologías anteriormente mencionadas, recurrimos a la sedimentología. Decidimos hacer unas pequeñas catas, de 10 cm cuadrados, en las que tenemos que calcular la densidad de granitos de ortosa que hay en el sedimento. Teniendo en cuenta la mayor abundancia de dicho feldespato en T3 con respecto a T1 (corregidme si es al revés), deduciremos en qué facies estaremos. Así que en las próximas semanas nos veremos haciendo agujeritos en el suelo y mirando todos a través de unos trozos de cartulina para poder contarlos. Método barato, pero eficaz.
Otra cosa nueva que se está haciendo en el yacimiento de Somosaguas es una serie de sondeos, de los que se aprenden muchas cosas, a parte de cómo se realizan: que si sacas las arenas con agua estas se disgregan y es todo barro y que hay que sacarlas con martillo para que conserven su forma cilíndrica característica, que las muestras salen ardiendo y en algunos casos la tierra aparece chamuscada. Una buena experiencia para todos los que lo vemos por primera vez, tanto alumnos como monitores. Esperemos que esos sondeos puedan aportar nuevos datos para conocer la paleontología y la geología del yacimiento.
Así que como veis, esta temporada 2008 de Somosaguas se antoja interesante, con numerosos proyectos nuevos, casi todos geológicos, pero que esperamos aporten nuevos datos para el estudio y el conocimiento de nuestro amado (o eso espero) yacimiento. Esperando que salgan nuevos fósiles (y cuanto más grandes y más bonitos mejor) y den fruto los experimentos, me despido hasta la próxima vez que nos veamos en Somosaguas, o en esa nueva dimensión que es la facultad (¿dónde he leído yo eso?). Eso sí, si el tiempo lo permite.
¡¡Saludos paleobiogeológicos!!
La Crónica continúa...
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1 comentario:
Fantástico Dani. Así nos enteramos de lo que se cuece cuando os váis todos los geólogos a dar paseos por quién sabe dónde...
Espero que os salgan bien las microcatas y localicéis el "contacto perdido" entre litologías.
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