El Domingo, como viene siendo la tónica general en las últimas campañas, fue un día tranquilito en la excavación.
Aprovechando esta circunstancia, aproveché para invitar a los alumnos del Máster de Biología Evolutiva de la UCM que se habían matriculado en la asignatura de "Patrones y Procesos en Macroevolución" como una práctica de campo de la misma. Entre esguinces, muestreos de campo, despistes y preparaciones de lecturas de tesis doctorales, de los diez alumnos matriculados en la asignatura sólo aparecieron seis. Pero fue un grupo muy aplicado e interesado.
Después de un pequeño recorrido por los yacimientos y las catas, se dispusieron a excavar en la cuadrícula principal. Pero primero Laura les explicó las técnicas básicas de excavación y ubicación de fósiles.
La experiencia nos pareció a todos muy positiva pues la mayoría de ellos nunca habían tenido un contacto real con el mundo de la paleontología, a pesar de su interés por los temas evolutivos. Ahora, cuando oigan hablar sobre el registro fósil tendrán una idea más clara de a qué nos estamos refiriendo y de dónde salen los fósiles de los que hablamos habitualmente.
A la hora de la comida continuamos con nuestro periplo por los antros culinarios de más bajo coste de Pozuelo... (de hecho, muchos de los miembros del equipo ya decidieron traerse su propia comida de casa...). Pero esta vez ni siquiera llegamos a comer dentro, porque los espacios disponibles suelen ser reducidos y nuestro grupo era relativamente numerososo. Así, que finalmente terminamos comiendo en la calle... en un parquecillo... tirados en el suelo...
Y yo me pregunto: "¿Se puede car más bajo?" Realmente la crisis ha hecho mella en el Proyecto Somosaguas.
Por la tarde, tras tan triste espectáculo el regreso a la cuadrícula resultó cuando menos gratificante y relajante. Estaba claro que aquí no iba a pasar nada... Pero, ¿qué ocurría mientras tanto en la Cata-2?
La Crónica continúa...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
¿Pero cómo que triste espectáculo? A ver, que somos gente de campo y estamos más acostumbrados a comer en el suelo que las ardillas ;)
Además, en la foto sufriendo, lo que se dice sufrir, no se nos ve, ¿no? ¡Pues menudo día maravilloso hacía! La pena habría sido meterse en un restaurante.
¡Vivan los kebabs callejeros!
Yo soy de campo y, por tanto, estoy acostumbrado a comer en el suelo... pero un suelo de origen edáfico... no uno que tiene más hormigón que la facultad de Bio-Geo de la UCM...
Se nota que has comido poco en el suelo de la facultad. Es lo que tienen las ratas de biblioteca...
;)
Publicar un comentario