jueves, 14 de mayo de 2009

Lo que el viento nos dejó


Hoy el día se ha levantado revuelto. El viento en algunos momentos se ha presentado tan intenso que en algunos momentos hemos pedido a los excavadores que abandonaran la cuadrícula por miedo a que un poste nos los descalabrara. Finalmente, aprovechando que por la tarde había bastante más gente en el yacimiento, hemos optado por quitar el toldo y trabajar a cielo abierto. La Cata 2 no ha permanecido al margen de la nueva modalidad cabrio del yacimiento SOM-N. No obstante siempre hay gente preparada para todas las inclemencias. Y si no que se lo digan a Daniel, que nos ha sobrecogido con sus gafas de navegante sideral.


No todo han sido inclemencias ni excavadores luchando contra los elementos. Mañana y tarde los excavadores se han podido refrescar con unas cervecitas con limón (aquí ya no voy a facilitar publicidad extra hasta que Mahou no suelte la tela) con gran relax y regocijo. Aquí vemos a Carlos pasándose la cartilla de racionamiento cervecil por el forro...










Viento y cerveza mediante, el trabajo ha podido seguir su curso y no han sido pocas las novedades. Lo más destacable es que por fin hemos metido mano a los bloques que, por no haberse podido sacar la campaña pasada, han aguantado las inclemencias meteorológicas durante el último año. Algunas costillas y un diente de Gomphotherium han requerido un esfuerzo extra por esta razón y las hemos vuelto a engasar, retirando previamente las precarias gasas, ya hechas jirones, que se les colocaron el año pasado. Es un trabajo delicado, pero contamos siempre con la inestimable ayuda de Blanca y Laura para tales engorros. Así nos aseguramos de que todo quede en su sitio cuando el bloque sea terminado, extraído y transportado. En las fotos un ejemplo del antes y el después...

En la Cata 2 nos hemos dedicado a igualar los "pequeños boquetes" que dejó la extracción de la mandíbula de Conohyus del año pasado y otras piezas. Además ha aparecido un fragmento de escápula de tamaño pequeño, que está por ver si pudiera pertenecer a un carnívoro...

Mientras en las cuadrículas estábamos a todo trapo, Carlos Alonso, bajo el efecto lisérgico y sicalíptico de las cerveceques con limón se puso a hacer réplicas de fósiles como loco. Os dejo aquí algunas fotos para que os hagáis una idea del proceso...



Hasta aquí la crónica somosagüense de hoy. ¡¡¡¡Mañana más y mejor!!!!

1 comentario:

Chuparrocas dijo...

Esas eran mis gafas de ver los fósiles. De hecho encontré alguna cosita indet que se quedó por sacar.