jueves, 19 de junio de 2008

Paleoclimatología y paleoambientes de Somosaguas


Siguiendo la sugerencia de Nieves, paso a presentar un breve resumen del estudio que en este momento constituye el trabajo de referencia sobre los yacimientos de Somosaguas. Fue presentado en el volumen que la revista Estudios Geológicos publicó hace un año y medio en honor de María Dolores Soria, investigadora del Departamento de Paleobiología del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

Hernández Fernández, M., Cárdaba, J.A., Cuevas-González, J., Fesharaki, O., Salesa, M., Corrales, B., Domingo, L., Elez, J., López Guerrero, P., Sala-Burgos, N., Morales, J. & López Martínez, N., 2006. Geología, Paleontología y Paleoambiente de los yacimientos del Aragoniense (Mioceno Medio) de Somosaguas (Pozuelo de Alarcón, Madrid). Estudios Geológicos, 62 (1): 266-294.
En este trabajo, además de presentar nuevas aportaciones al estudio taxonómico de las faunas de mamíferos del Mioceno Medio de Somosaguas, se realiza una revisión de todas las evidencias geológicas y paleontológicas disponibles hasta ese momento acerca de las condiciones paleoambientales del yacimiento así como de la paleoclimatología bajo la cual se desarrolló su fauna.

El origen del yacimiento se debió a la resedimentación de huesos variablemente desarticulados, alterados y fragmentados procedentes de una importante mortalidad juvenil de las poblaciones de mamíferos habitantes de Somosaguas. Estos huesos fueron sometidos a un importante transporte en masa en un medio de abanicos aluviales, relacionados con la existencia de un lago en la localidad, el cual pudo resultar un importante elemento de atracción para la fauna de vertebrados de la región en épocas de sequía.

Entre estos vertebrados se encontraría el rinoceronte Prosantorhinus douvillei. Los restos del mismo publicados en este trabajo constituyen los primeros encontrados en la cuenca de Madrid. Esta especie resulta de gran interés por sus características hipopotamoides, las cuales lo configuran como un probable ocupante de las orillas de este lago, así como de otras charcas y lagunas más o menos permanentes que salpicarían el paisaje de los alrededores de Somosaguas en el Mioceno Medio.

En este estudio también se definió a nivel mundial una nueva especie de hámster, Cricetodon soriae (llamada así en honor a nuestra compañera y amiga, Loli Soria). La importancia de esta especie es que marca la aparición del género en el centro de la Península Ibérica de manera aproximadamente simultánea con el resto de Europa. De esta manera se puede considerar a Cricetodon como un buen marcador biocronológico para el último periodo del Aragoniense Medio (MN 5), en el cual se produjo un cambio faunístico detectado en Eurasia por diversos autores, y que implicó también a Conohyus.

El análisis de la presencia de las especies de mamíferos encontradas tanto en Somosaguas como en otros yacimientos del Mioceno medio de la cuenca de Madrid permitió corroborar la edad de 14 millones de años asignada a esta fauna.

Pasando a la interpretación paleoambiental del yacimiento, la asociación de minerales de toda la serie de Somosaguas indica una climatología estacional con una estación seca muy larga y una corta estación de lluvias, probablemente con precipitaciones torrenciales. La existencia de yeso en algunos tramos corrobora estas condiciones de aridez.

Estas condiciones ambientales también son evidenciadas por la asociación faunística de Somosaguas, cuyos grandes mamíferos muestran características típicas de las faunas de sabana que podemos encontrar actualmente, por ejemplo, en la India. Por otro lado, la comunidad de roedores encontrada en Somosaguas presenta un elevado porcentaje de especies propias de ambientes áridos.

Finalmente, un análisis isotópico preliminar muestra un descenso de la temperatura media durante la secuencia de Somosaguas, desde valores cercanos a los 27 ºC hasta temperaturas de unos 16 ºC. Esto indica un paso de condiciones claramente tropicales a otras subtropicales y corrobora su posición dentro de un área de transición entre las regiones biogeográficas Paleotropical y Paleártica, evidenciada por las relaciones faunísticas encontradas entre esta paleocomunidad de mamíferos y las de diversos yacimientos del Viejo Mundo durante el mismo periodo. Los autores relacionan esta disminución de temperatura con una importante crisis de cambio climático global detectada hace unos 14 millones de años, dando lugar al desarrollo del casquete de hielo antártico oriental.

1 comentario:

Somosaguas dijo...

Comento aquí el paisaje de sabana tropical-subtropical, que inferimos para Somosaguas (Mioceno medio - Aragoniense medio - hace 14 millones de años). Como la foto que Manuel ha incorporado es, lógicamente, una foto de sabana actual (¡aunque parece una dehesa mediterránea!), hay que tener en cuenta que el actualismo nos juega malas pasadas.
Pues en la actualidad, son las hierbas gramíneas (pastos) los principales componentes de las sabanas y praderas. Y en el Mioceno medio de Madrid (o de otras regiones) apenas había gramíneas. Así que el paisaje era muy distinto: tréboles y alfalfa en vez de grama (verde-gris en vez de pardo cuando se seca), y mucho más nutritivo para los grandes herbívoros, que no dejaron de habitar la región ni durante las grandes sequías "somosagüenses".