Y la lluvia se esperó hasta el último momento

En efecto, hoy teníamos programadas nuestras habituales jornadas de puertas abiertas del sábado y nos temíamos lo peor. Sin embargo, a pesar del aspecto amenazante de las nubes a lo largo de toda la mañana, nos han respetado lo suficiente para que podamos haber desarrollado nuestras actividades sin mayor problema. ¡Y la afluencia ha sido masiva!

Cerca de quinientas personas se han acercado a nuestros yacimientos para informarse de lo que hacemos en el yacimiento, qué es la Paleontología y qué información obtenemos a partir de los fósiles encontrados tras numerosas campañas de excavación. Esta cifra, junto con los casi doscientos visitantes de ayer, hace que este año hayamos batido nuestro récord de asistentes.

El trasiego de gente ha sido continuo y nuestros monitores han estado a punto de quedarse sin voz porque a la explicación de un grupo se sucedía de manera inmediata la del siguiente. Incluso había gente que se unía a los grupos en el medio de la explicación como si se tratara de una sesión continua como las de los cines de antaño.

No obstante, al final de la mañana las lluvias han terminado por hacer acto de presencia finalmente, obligando al último grupo a refugiarse en los soportales de la facultad para oír las últimas explicaciones.

Como colofón final, a partir de las 13:30 ha empezado a caer con tanta fuerza que el encharcamiento de los alrededores del yacimiento nos ha obligado a desestimar la posibilidad de excavar esta tarde porque el acceso al mismo era prácticamente una odisea épica.

Además, a estas horas de la tarde, tras las lluvias que hemos tenido y las predicciones para mañana también nos toca suspender la excavación durante el domingo. Esperemos que el lunes podamos volver a  excavar sin mayor problema. Eso sí, me temo que deberemos decir adiós un año más a nuestra querida Cata-2, que seguramente quedará impracticable. Y además vamos a tener que concentrar personal en los fragmentos mandibulares de que tenemos en el yacimiento.