Los estudios de Laura Domingo y Jaime Cuevas en el yacimiento paleontológico de Somosaguas sobre los isótopos estables de carbono (13C) y oxígeno (18O), han puesto de relieve un cambio climático muy importante a lo largo del registro geológico del yacimiento.
Como muestran estos autores en los tres artículos publicados sobre este tema (2006, 2008 y 2009), el esmalte de los mamíferos muestra valores isotópicos del oxígeno (en el carbonato y en el fosfato) compatibles con una caída muy importante (¡de unos 15ºC!) de la temperatura media anual a lo largo de la sucesión estratigráfica T1-T3.1-T3.2-T3.3 (ver la estratigrafía en la figura de Fesharaki et al., 2007) .
Los datos indican que la temperatura media del agua que bebían los mamíferos, y que formaba sus huesos y dientes, descendió gradualmente:
desde 26,6ºC en T1 (carbonato)
hasta 17,8ºC en T3.1 (fosfato)
luego a 15,6ºC en T3.2 (fosfato)
y finalmente hasta 11,6ºC en T3.3 (fosfato)
¡Este sí que fue un gran cambio climático! Además, el enfriamiento produjo aridez (como suele ocurrir en las fases climáticas frias); y como Somosaguas estaba ya en el cinturón de aridez tropical, se produjo una sequía aún mayor, como indican los isótopos de carbono, las calcretas y los minerales de arcilla que contienen.
¿Cuanto duró este enfriamiento y desecamiento sostenido? Pues se puede estimar unos 100-125 mil años, a partir de una tasa de unos 4-5 cm de sedimento compactado cada mil años, deducida del estudio magnetoestratigráfico de Montes et al. (2006); pero el rango de incertidumbre es grande, puede ser algo mayor (si faltara registro) o incluso mucho menor.
Como el yacimiento de Somosaguas está bien calibrado (data entre -13,75 y -14,1 millones de años), se puede correlacionar el gran cambio climático que se registra en él con los que se registran en otras localidades. El "evento Somosaguas" no se ha citado nunca antes en el registro Neógeno de la Península Ibérica, pero coincide de lleno con una gran caída de la temperatura en el mar, que fue muy rápida y se registra en todo el mundo (ver la curva de Zachos et al. (2001) a la izquierda), causada por el inicio del glaciar Antártico Oriental y los cambios en las corrientes oceánicas.
Los momentos de sequía actuales como el que vemos en este video de National Geographic, cuando la fauna se concentra alrededor de los escasos puntos de agua que resisten algo más de tiempo, nos pueden dar una idea de la situación de Somosaguas durante aquel crítico episodio (aunque sin cocodrilos)...
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