Israel fue, como he dicho arriba, uno de los alumnos fundadores del proyecto pero por lo que más le recordamos es por su incansable entusiasmo, el cual resultaba contiagioso. Siempre mostró un innegable interés por darle una mayor difusión al trabajo llevado a cabo en el yacimiento y a los estudios realizados con los fósiles extraidos en el mismo... incluso cuando algunos de sus compañeros pensabamos en el escaso interés científico de Somosaguas (algo en lo que estabamos totalmente equivocados, como ha quedado plenamente demostrado despues de más de diez años de excavaciones). También fue, por tanto, uno de los mayores propulsores de las tareas de divulgación en las jornadas de Puertas Abiertas y la Semana de la Ciencia, llegando a desarrollar todo un trasfondo teórico acerca de la importancia social de la Paleontología y de la Geología en general.
En el aspecto investigador, Israel desarrolló un estudio de gran calado sobre la tafonomía del yacimiento, basándose en los restos fósiles encontrados en Somosaguas durante las campañas de excavación de 1998 y 1999. Por la cantidad de trabajo que requirió y las conclusiones que obtuvo, probablemente se pueda considerar uno de los artículos más interesantes escritos por esa primera hornada de jóvenes investigadores del Proyecto Somosaguas:
Polonio, I. & López Martínez, N. 2000. Análisis tafonómico de los yacimientos de Somosaguas (Mioceno Medio, Madrid). Coloquios de Paleontología, 51: 235-266.
Este estudio mostró que Somosaguas Norte presenta una mezcla de estados de conservación, encontrándose desde restos frágiles con superficies intactas, pasando por elementos redondeados por abrasión y huesos con reemplazamiento total o parcial por mineralización secundaria, hasta gran cantidad de esquirlas de tamaños muy variables y huesos descompuestos formados por masas pulverulentas. La mayoría de los huesos largos aparecen orientados frecuentemente en dirección N-S, y la dirección ortogonal (E-W) se presenta como segunda orientación preferente. La presencia de dos ejes perpendiculares de orientación se asocia con un proceso de transporte hidrodinámico. Estos resultados indicaron que el proceso de concentración de los restos se habría dado por transporte en masa, con una asociación mezclada de restos heterogéneos de huesos en posiciones a menudo inestables y cantos de tamaño grava flotando en coladas de sedimento viscoso. Este tipo de transporte en masa podría movilizar los restos previamente dispersos en superficie, con diferentes trayectorias tafonómicas previas, y desplazarlos flotando o empastados sin apenas fracturarlos ni rodarlos. Este esquema se ajusta a los modelos de abanicos aluviales en climas semiáridos con fuerte estacionalidad hídrica, en los cuales durante las épocas de lluvias torrenciales una descarga aluvial produce una importante movilización de sedimento denso de tipo debris-flow. La alta proporción de huesos juveniles sugeriría también una mortalidad estacional en periodos de sequía.
En el caso de Somosaguas Sur el estado de los macrorrestos también resultó ser fragmentario pero hay casos de piezas en conexión, no hay apenas señales de meteorización, y las esquirlas y fragmentos tienen los bordes generalmente angulosos y afilados. En este caso, parece ser que el tiempo de exposición a la intemperie de los restos óseos fue menor y que la mayor proporción de matriz arcillosa en el sedimento produciría un transporte en masa de tipo mud-flow aún menos abrasivo que en el caso de Somosaguas Norte.
Lamentablemente, no podemos proporcionar acá el enlace al texto completo del artículo en formato PDF porque, aunque la revista Coloquios de Paleontología es de acceso libre, como todas las revistas de la UCM, resulta que el número casi monográfico que se dedicó a Somosaguas en el año 2000 no ha sido subido al completo al servidor del servicio de publicaciones de la UCM. Esperamos que algún día se pueda resolver este problema. El resumen se puede consultar gracias a ReviCien (Plataforma de Revistas Científicas Españolas).
1 comentario:
También nos visitó el año pasado otro querido alumno pionero del proyecto Somosaguas, nuestro David Minguez Gandú, con su mujer y su precioso hijo, tan rubio como su padre.
Muchos conoceréis su trabajo sobre la estratigrafía y sedimentología del yacimiento de Somosaguas (David MÍNGUEZ GANDÚ (2000). Marco estratigráfico y sedimentológico de los yacimientos paleontológicos miocenos de Somosaguas (Madrid, España) Coloquios de Paleontología, 51, 183-195).
Pero pocos conoceréis su total dedicación a la Paleontología social (que entonces aún no existía) a través de su grupo de Scouts, que nos prestaron grandes tiendas de campaña en las que montamos nuestros talleres y exposiciones, y nos visitaron con todas sus familias durante varios años. ¡Gracias a David y a todos ellos!
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