"En el debate actual sobre la Universidad se habla poco de lo que quizá es lo más importante: qué estamos haciendo. El diálogo abierto con el profesor, la discusión de casos, el trabajo en equipo, la investigación sencilla, la reflexión y defensa pública de un tema son desgraciadamente más la excepción que la regla en las aulas universitarias. Y cuando lo hacemos nos maravillamos, docentes y estudiantes, de lo divertido e interesante que puede ser dar y recibir clase.
El Espacio Europeo de Educación Superior es la oportunidad para que, sin dejar de tener los conocimientos imprescindibles de cada disciplina, no dediquemos todo el esfuerzo a memorizar y nos centremos en lo que un universitario necesita saber y saber hacer. Cosas así:
Primero, debe saber leer. Suena insultante, pero es cierto; debe saber leer y extraer las ideas principales de un texto, someter a juicio crítico lo que ese autor afirma, ser capaz de contrastar con otras fuentes y llegar a conclusiones propias, personales.
Segundo, debe saber escribir; y no hablo de no cometer faltas de ortografía, ni de saber poner letras juntas; eso hay que darlo por hecho, sino de comunicar con claridad, con eficacia, con una extensión equilibrada, con rigor en el uso de información externa, con la mente puesta en el lector.
Tercero, debe saber hablar, hablar a una persona y hablar a 100. Ser capaz de presentar las ideas propias e indagar las ajenas. Conducir y ganar un debate. Respetar los tiempos y usar apoyos efectivos. No es baladí: saber hablar bien se considera el primer factor de éxito en la carrera profesional.
Cuarto, debe tener disciplina. Realizar esfuerzos continuados en el tiempo, hacer un plan y cumplirlo; comprometerse y respetar los compromisos. Ser leal con sus compañeros y consigo mismo. Y eso se aprende en un aula, pero también en un equipo de rugby o en el coro de la Universidad.
Quinto, debe tener una visión internacional. Debe expresarse en inglés con soltura y tener ciertas habilidades en, al menos, otro idioma. Debe conocer otros países como universitario, esto implica tener unos conocimientos básicos de la política, la historia, las aspiraciones, fortalezas y dificultades de ese país.
Sexto, debe ser creativo. En su trabajo y en su vida. Debe explorar el arte en cualquiera de sus manifestaciones. No sólo como espectador, también como autor, no quedarse siempre al margen, pasivo o mero crítico de lo que otros acometen, debe implicarse.
Séptimo, debe conocer las herramientas propias de su disciplina, sea el método científico o las grandes tradiciones culturales de las Humanidades.
Octavo, debe estar alfabetizado en las nuevas tecnologías. Chatear, pero también configurar una cuenta de correo, usar una hoja de cálculo, construir una base de datos y editar un texto, una imagen y un vídeo.
Noveno, debe tener una cultura general. No puede ser que el estudiante de Historia, ante una regla de tres, o calcular un tanto por ciento, diga "yo es que soy de Letras"; ni que el de Ciencias no sepa quien era Augusto.
Décimo: romper con los decálogos, con las tradiciones estúpidas, con los criterios de rebaño, con el qué dirán y el me da lo mismo.
Undécimo y último: tiene que tener una visión ética. En todas las épocas ha habido problemas y dilemas, perspectivas y limitaciones que han dado la medida del ser humano de cada tiempo y cada lugar. Y eso no es distinto en este siglo XXI, donde ya no hay problemas locales ni soluciones únicas.
Y eso es Espacio Europeo y eso es Universidad."
Publicado en El País (12/01/2009).
Personalmente, me alegra comprobar que hay algunos de estos puntos que ya los estamos tocando desde el EIIGPBS (seguro los puntos 1, 2, 4 y 7, y en parte los 3, 6 y 8 -yo diría que son bastantes, ¿no?-). Pero al mismo tiempo, me entristece que este tipo de iniciativas sean algo que, de momento, siguen quedando fuera del curriculo oficial de la universidad. Son pocas las asignaturas que se plantean de una manera tan abierta... y me temo que los nuevos planes de estudio adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior no van a lograr que eso cambie. No son los planes lo que ha de modificarse sino la aplicación de los mismos por parte de los profesores.
Personalmente, me alegra comprobar que hay algunos de estos puntos que ya los estamos tocando desde el EIIGPBS (seguro los puntos 1, 2, 4 y 7, y en parte los 3, 6 y 8 -yo diría que son bastantes, ¿no?-). Pero al mismo tiempo, me entristece que este tipo de iniciativas sean algo que, de momento, siguen quedando fuera del curriculo oficial de la universidad. Son pocas las asignaturas que se plantean de una manera tan abierta... y me temo que los nuevos planes de estudio adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior no van a lograr que eso cambie. No son los planes lo que ha de modificarse sino la aplicación de los mismos por parte de los profesores.
Por otro lado, me da pánico pensar en un momento en el cual TODAS las asignaturas se planteen de una manera parecida al EIIGPBS. Para el profesor es más trabajo, lo cual no me parece mal; después de todo se debería tratar de su asignatura insignia y favorita (ciertamente, estoy pensando en un mundo ideal). Pero imaginad qué les pasaría a los alumnos que tuvieran que enfrentarse a seis asignaturas que exigiesen la realización de trabajos de investigación originales. Si con uno ya puedes quedarte completamente absorbido por la lectura de la bibliografía, toma de datos, análisis, etc... Con seis es seguro que no se daría a basto.
Supongo que habrá que buscar en los próximos años un equilibrio entre ambas situaciones.
1 comentario:
¡Muy cierto todo! Mi experiencia en mis estudios universitarios es que fueron excesivamente pasivos (tanto en España como en Francia), y en cuanto pude inicié mi carrera docente proponiendo actividades a mis alumnos. En general ha ido bien, pero he visto algunas promociones de estudiantes muy agobiados, y recientemente con el EEES lo he notado aún más...
Siempre el mundo ideal resulta distante del real; ¡se trata de conseguir minimizar esa distancia!
Publicar un comentario