martes, 5 de mayo de 2015

CRÓNICA DE UNA INFILTRADA EN EL EJIP

Día 1. Hora, las algo y media de la tarde.
Llegamos a Cercedilla, buscando el camino que nos llevaría al lugar de encuentro de tantos paleocientíficos. Tras equivocarnos, hallamos unos discretos “Gomphos” que nos guiarían hasta nuestro destino. El lugar, siniestro, con demasiados pasillos poblados de aliens y muebles devora-humanos que en su amabilidad los responsables de la residencia habían advertido con carteles y cintas. Poco tiempo pude admirar la cuenca donde tantos paleontólogos se reunían, pues pronto nos llevaron a la civilización para dar inicio de lo que serían las asombrosas próximas jornadas. Tras los discursos llegó lo importante, el “piscolabis” que llenaría a un Mosasaurus (Figura 1). Tras la cuantiosa cena nos dispusimos a mojarnos bajo la lluvia, regresar al yacimiento donde descasarían nuestros huesos y comportarnos como paleontólogos, bebiendo cerveza.


Día 2. Los paleontólogos madrugan con arte.
Empezamos el día con un desayuno clásico de galletas María y bollería variada. Después, comenzó el espionaje. Abrimos sesión con impresionantes huesos bajo el microscopio, porque ver rocas está pasado de moda en este Eón. El día prosigue con vertebrados y sus excéntricas familias. En el primer break descubrimos un mundo nuevo, las pastas de té se pueden tomar con zumo, no sólo con café o té. Además, pudimos empezar a observar los primeros pósters cercanos al pasillo, pues la marabunta de “come-pastas” no nos permitía avanzar (Figura 2). Regresamos a la carga con micromamíferos y las variantes de ratones pasados tan trabajosos de hallar mientras trías y tan monos cuando los reconstruyes. Y llega la hora de la verdad, la primera comida. Tras entregar nuestro sello de “paleontólogos con derecho a sustento”, el imponente señor de la selva nos sirvió cuantiosos hidratos mezclados en un único plato. Volvimos al lugar de los hechos donde comenzaron con devora hormigas y terminaron con humanos. Entonces fue la hora del segundo break o zumo break, una innovación en este EJIP. Nos alimentamos de pececitos mientras leíamos los pósters del otro lado de la pared. Finalmente entramos en el último ciclo, la paleo-geo-divulgación o cómo reclutar personal para enseñar los misterios de la Tierra al público diverso y concienciar de que también las rocas han de ser salvadas. Y fue en ese momento cuando pudimos comenzar a inducir a la gente al lado oscuro de la geología mediante nuestros malvados planes, incluyendo a Gandalf el Jopi o la crueldad de nuestros terribles castigos a los crímenes cometidos contra la Geología por los alumnos de Grado.Y después de la publicidad... cena decente, concursos de dibujos y “el bar de un minuto”, ya que en el lugar no cabrían más de 12 Megacricetodones y éramos como 20 homínidos. Al regreso, canciones, más cerveza y Jungled Speed.


Día 3. Hoy no me puedo levantar.
Cambiando las galletas María por una magdalena y el zumo por café, nos pusimos en marcha con los dinosaurios. Entre las grandes criaturas del pasado, que inspirarían al mismísimo Lovecraft, se abrieron paso las aves y sus viajes. Así, pronto llegó la hora al arte moderno o diferenciar paleo-artistas de paleo-ilustradores, cerrando sesión con cómo poner rejas a las grandes obras de paleoarte con un estilismo algo discutible. Terminamos de recorrer los increíbles mundos que ofrece el póster y a partir de aquí, el ámbar se nos pegaría, descubriendo cómo todo queda registrado, incluyendo crímenes prehistóricos. Siguieron las charlas de otros infiltrados, que pasaban bien por paleontólogos diciendo paleo-palabras en sus ponencias.  Hasta que apareció Azagador y su paleo de paella tamaño Diplodocus. Ya después del nuevo mejunje sin sal (arroz tres delicias a la que le faltaban las delicias o sabor al menos) emprendimos la inconmensurable tarea de hacernos el cuadro familiar en la parte oculta de la residencia, el jardín de detrás. Allí, entre equilibrios y tensiones inmortalizamos nuestros rostros, para ayudar a la reconstrucción paleo artística dentro de unos millones de años. Una vez plasmados en píxeles, nos pusimos con invertebrados y para sorprender al espía, hablaron del Ordovícico, pizarras y sus bichos. Se incluyeron en el ciclo geoquímica y el método “Font” para estudiar bivalvos. Tras el “coffe no siesta”, comenzamos con las grandes olvidadas del paleoarte con impresionantes sesiones de vegetación. Terminamos con la mesa redonda para motivar a los investigadores en su lucha contra “la paleo no da de comer”. Aplausos, agradecimientos y para finalizar, un inesperado concierto de Blues para recordarnos que no sólo somos investigadores, y que nos une hasta la música. Entonces fue el momento esperado: la gran cena, incluyendo abreboca, plato de carne (o tocino) y el cumple de Blanca, que más tarde sería el de Omid. Y votamos. Se votó con seriedad, preguntando quién expuso qué y los apellidos de los coleguitas. Empezando por el Premio Somosaguas, seguimos con el del Pakozoico y se terminó con Tranzmitting y la SEP. Ningún ganador fue injusto, no sólo eran guapos, también grandes, como todos los paleontólogos que asistieron allí y nos hicieron el gran honor de entregarnos el premio al mejor comunicador (Figura 3, Muchas gracias Paco Gascó!).
Y así termina la historia de cómo el multidisciplinario Omid reclutó a dos geo frikis para convertirlos en un estratígrafo y una petróloga de pro que consiguieron dejar icnita (huella en castellano) en el gran congreso de Jóvenes Investigadores en Paleontología de Cercedilla, en el año de nuestra “diversificación”, 2015.



¡Nos vemos!

miércoles, 22 de abril de 2015

Mi primer EJIP:

Cada vez que iba a una excavación, siempre oía a alguien contar alguna anécdota o vivencia, sobre un congreso llamado EJIP. Todo el mundo hablaba maravillas de tal congreso, tanto a nivel científico como en lo personal. Un congreso de jóvenes investigadores, donde todos exponían sus trabajos, y servía tanto para ver lo que la gente hacía, como para entablar relaciones y contactos en el mundo de la paleontología.

Pues bien, este año se me presentó la oportunidad de poder ir a mi primer EJIP. En este caso, se desarrollaba en la localidad madrileña de Cercedilla. Sinceramente, se queda corto todo lo que me habían contado. Es un marco perfecto para exponer tus primeros trabajos en el mundo de la paleontología, a la vez que conoces a multitud de gente con tus mismos intereses, lo que puede ser muy fructífero en el futuro profesional.

Era mi primer congreso, e iba a exponer por primera vez. Ciertamente, estaba muy nervioso, más aun cuando me tocaba cerrar el congreso con la última charla. Al final, salió mejor de lo que me esperaba, tanto es así que me concedieron el “I Premio Somosaguas de Paleontología al mejor investigador novel”. Tengo que decir que en ningún momento me lo esperaba, ya que las charlas de mis compañeros fueron buenísimas, pero me hizo mucha ilusión y me dio renovadas ganas de seguir adelante en este mundo, que es el que me apasiona.


La organización fue excelente, y las charlas verdaderamente interesantes, con alto nivel científico. Eso sin contar con las innumerables conversaciones en los “coffee breaks” o en los breaks nocturnos tras las ponencias, que se alargaban durante horas debatiendo sobre temas muy dispares. Todo ello, hizo que fuese una experiencia que jamás olvidaré.


El EJIP y su gente, es algo que todo joven investigador en paleontología debería vivir. Así, también tendrá una anécdota que contar en futuras excavaciones.



¡Nos vemos en el siguiente!

jueves, 9 de abril de 2015

En Mayo, de nuevo el Mioceno de Somosaguas

Como cada año, la campaña anual de excavación en los yacimientos de vertebrados miocenos de Somosaguas se está acercando. Esta vez tendrá lugar entre los días 18 y 29 de Mayo. Si eres alumno de la UCM y estás interesado en participar, aquí tienes toda la información que necesitas...

Una vez más, el rectorado de la UCM ha concedido la posibilidad de obtener 2 créditos para aquellos estudiantes de cualquier Grado que participen en la excavación de Somosaguas con la realización de los 10 turnos de trabajo requeridos en el yacimiento (incluyendo uno que se llevará a cabo en el laboratorio de triado en Junio).

El horario de los turnos de trabajo es el siguiente:

  • Mañanas: 10:00 a 13:30
  • Tardes: 15:30 a 19:00

La inscripción y elección de turnos se podrá realizar en la Facultad de Geología (UCM), 2ª planta (Despacho 14 -Manuel Hernández Fernández-) en los siguientes horarios:

  • Lunes 4 de Mayo: 15:30 a 17:45
  • Martes 5 de Mayo: 9:00-11:00 y 11:30 a 13:15

Es imprescindible presentar una fotografía tamaño carnet

Antes de la excavación se realizará un seminario (14 Mayo, lugar y hora por determinar) para los participantes, donde se tratarán la metodología de trabajo y una introducción a la geología y paleontología de la Cuenca de Madrid.

En cualquier caso, para los que todavía no conozcan esta actividad es recomendable la visita a nuestra Página de Facebook, donde se pueden seguir las actualizaciones de nuestra actividad, o leer las crónicas de las campañas de años anteriores en este mismo blog.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Gonfoterio, no mastodonte.

En Somosaguas contamos con la presencia de un taxón que se ha convertido en emblemático de los yacimientos. Por supuesto, me refiero a nuestro proboscídeo Gomphotherium angustidens.
Quizás, en alguna ocasión, hayais escuchado la muy difundida palabra mastodonte. Incluso puede que la hayais escuchado erróneamente para referirse a Gomphotherium. Mastodonte se emplea para definir cosas muy voluminosas, para nombrar coloquialmente a proboscídeos bunodontos e incluso hay locomotoras y una banda de metal que se llaman así. 

El término Mastodon lo acuñó Cuvier en 1817, refiriéndose a que los molares encontrados tenían cúspides en forma de pezones. Utilizado como cajón de sastre, todo proboscídeo grande con dientes bunodontos (cúspides en forma de cono redondeado) fué asignado como Mastodon y la palabra mastodonte se utilizó ampliamente. Dentro de este cajón de sastre se metió a los gonfoterios (Gomphotheriidae) , a los cuales algunas lenguas continúan llamando mastodontes a día de hoy, y a los realmente llamados mastodontes (Mammutidae).Los conos de los dientes de estos animales se pueden unir mucho entre ellos, llamándose este conjunto lofo. Ambos grupos presentan defensas superiores e inferiores según la especie, y las defensas superiores tienen bandas de esmalte. Según Kurten y Anderson (1980), los gonfoterios comparten los caracteres generales propios de los proboscídeos, pero tienen una dentición más compleja que la de los mastodontes (Mammutidae).



Reconstrucción secuencial  de Gomphotherium angustidens basada en el esqueleto expuesto en The Paläontologische Museum München y las defensas del cráneo expuesto en Museo Geominero de Madrid (obra de Marco Ansón).

Los gonfoterios (Gomphotheriidae) fueron una de las familias más diveras y extensas de proboscídeos, esparciéndose por los continentes y cruzando de Eurasia a América. Llegaron a colozinar Sudamérica  y los géneros Cuvieronius y Stegomastodon perdudaron hasta hace menos de 10.000 años.

Por lo tanto a día de hoy gracias al avance del conocimiento científico, nos encontramos ante dos grupos  claramente diferenciados: Los mastodontes (Mammutidae), que son una familia evolutivamente conservadora, con cráneos anchos y cortos, que en algunos casos pueden ser extremadamente parecidos a los gonfoterios primitivos ( Zygolophodon con similaritud a Gomphotherium, por ejemplo), sin embargo, todos los mamútidos carecen de cónulo central en las crestas de sus dientes yugales (Lambert y Soshani 2005).  Y los gonfoterios por otra parte, formando grupo en Elephantida, junto a los elefantes y mamuts; mientras que los mastodontes se escienden en Mammutida, según Soshani y colaboradores(2006).


Cladograma de Proboscidea según Soshani et al., 2006.


Asique ya sabéis, enriqueced vuestro vocabulario con la palabra gonfoterio y que no os den gonfoterio por mastodonte!!



Bibliografía:

Kurten B. Anderson E. 1980 Pleistocene Mammals of North America.


Lambert D, Soshani J. 2005 en Evolution of Tertiary Mammals of North America: vol 1.Terrestrial carnivores, ungulates and ungulate like mammals.

Shoshani J, Walter R C, Abraha M, Berhe S, Tassy P,  Sanders WJ, Marchant GH, Libsekal Y,  Ghirmai T, Zinner D. 2006. A proboscidean from the late Oligocene of Eritrea, a ‘‘missing link’’ between early Elephantiformes and Elephantimorpha, and biogeographic implications. Proceedings of the National Academy of Sciences 103(46)

Una versión previa de esta entrada fué publicada en el blog: zooevol.blogspot.com