
Entre tanto, ha caído el premio gordo del yacimiento para esta campaña. Lo que hace unos días empezábamos a descubrir como algo relativamente pequeño (y no estaríamos tan desacertados de lo que finalmente sería), … ¡ha resultado ser una preciosa mandíbula de un bebé de Gomphotherium en perfectas condiciones! Está claro que este es el año de estos proboscídeos, y este chiquitín ni se imaginaba la ilusión que iba a generar en un grupo de paleontólogas y paleontólogos tras 14 millones de años estando triste y aburrido encerrado entre sedimento. Con esmero y paciencia, y sobre todo con la ayuda de nuestro amigo Enrique Cantero, restaurador del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, la hemos ido excavando y preparando en bloque hasta dejarlo fuera.
Al final del día de hoy, y sabiendo de las posibles lluvias de mañana, hemos dejado limpio el yacimiento para mañana poder dejar finiquitado todo y hemos quitado el toldo en procesión, lamentándonos de no poder unirnos a la gente de las facultades del Campus de Somosaguas en la fiesta de presentación que se estaba formando. Como nos hemos quedado con las ganas, tendremos que formar nosotros una de despedida cuando finalicemos la campaña de excavación mañana…
¡Hasta mañana!
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