sábado, 14 de mayo de 2011

Afluencia masiva a nuestras Puertas Abiertas

Hoy Meteoro nos ha dejado tranquilos por la mañana y por fin se ha podido celebrar la Jornada de Puertas Abiertas. Y estaba claro que los madrileños lo andaban esperando porque el número de visitantes ha superado todas las marcas que habíamos alcanzado hasta la fecha. Contando a papás, mamás, niños, niñas, bebés, perros y personas individuales o por parejas, hemos tenido varios centenares (es decir, más de uno y de dos...) de visitantes.

Y, además, allí estaban superprontito. Ya antes de empezar nuestra jornada de excavación había algunos esperando, así que han podido disfrutar de los interesantes preliminares de un día como el de hoy. En cualquier caso, apenas habíamos terminado de colocar las cosas ya apareció la primera oleada de familias, que de tan numerosa casi nos pilló desprevenidos y con algunos de nuestros monitores sin llegar. Afortunadamente, el desconcierto apenas se notó y rápidamente se puso en marcha toda la maquinaria divulgativa. Mientras unos exploraban los paisajes del Mioceno madrileño gracias a nuestro mural, otros recorrían la exposición y otros veían como los excavadores trabajaban en las catas o en el yacimiento donde estaba la estrella del día, la mandíbula del Gomphotherium juvenil.


Y al cabo de una hora comenzó la actividad más solicitada por nuestros visitantes más entusiastas y jóvenes... la excavación experimental para los chavales. Así que sobre nuestra antigua escombrera se organizó un improvisado yacimiento donde multitud de futuros paleontólogos se dedicaron a pulir sus aptitudes mientras buscaban, y encontraban, pequeñas esquirlas de hueso que habían esquivado los ojos de nuestros excavadores a lo largo de las campañas de más de una década.


Finalmente, cuando el calor empezó a ser insoportable, Juanan y María pusieron en marcha la actividad de lavado-tamizado de sedimentos para la búsqueda de microvertebrados. Allí se encaminaron los más aguerridos chavalines para ver en que consistía ese nuevo "juego" que ahora tenía un nuevo aliciente, el agua. ¡Hay que ver cómo se lo pasan estos paleontólogos! ¡Yo quiero ese trabajo cuando sea mayor!

En definitiva, podemos decir que la Jornada de Puertas Abiertas de este año ha sido un auténtico éxito...

Por la tarde, lamentablemente, Meteoro decidió que ya nos había dado demasiado respiro y decidió tocarnos las narices un poquito. A la lluvia pudimos resistir por un tiempo bajo el toldo, pero el viento comenzó a ser demasiado fuerte y finalmente nos obligó a desalojar debido a la ruptura de uno de los cabos del toldo a causa de los vientos huracanados que se desataron. Así que tuvimos que rendirnos... Bajamos el toldo para protejer el yacimiento de una posible tormenta (que finalmente tuvo lugar) y nos fuimos a pasar el resto de la tarde en uno de los bares más tranquilos de Pozuelo (gracias Carlos, no hay nada como tener un autóctono para localizar buenos sitios).


La Crónica continúa...

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