Bueno, parece que al fin los deseos de Manuel se hacen realidad y escribo algo en el blog. Simplemente es para hacer una valoración personal sobre lo que ha significado, al menos para mí, este primer año de ocho meses de la investigación, pues ésta valoración sólo ha llegado a los más altos rangos del grupo, es decir, a los jefes.
La primera sensación es de plena satisfacción, no sólo por el trupo sino por la excavación en sí. Cuando me apunté a Somo, allá por el año 2006, iba con intención de obtener créditos de libre elección. Además, como se apuntaban mis amigüitos pues yo iba detrás, a ver que tal. Sorprendentemente, y cerca de año y medio después, no imaginaba las consecuencias que aquella decisión iba a tener en mi vida, tanto personal como académica.
Cuando contasteis conmigo para el grupo de investigación me pareció muy buena idea, aunque yo también iba a por los créditos. Se puede decir que era un mercenario de la geología. Pero cuando decidisteis quitarlos seguí allí, porque me pareció una idea interesante, a pesar de que sabía que iba a ser un trabajo duro.
El tiempo fue pasando y como ocurre en aquel gran libro de un escritor sudafricano cuyo nombre no recuerdo, la comunidad se fue disolviendo poco a poco, pero los que quedamos seguimos adelante. Compaginamos duramente nuestras obligaciones académicas con la lectura de artículos, algunos con mejores resultados que otros. Nieves nos ayudó dejando todo el verano y un mes más para concluirlos. Las continuadas prórrogas otorgadas significan, al menos para mí, una plena confianza en nuestras posibilidades. Así todo fue pasando, leíamos, íbamos al despacho de Omid a "repasar las presentaciones", seguíamos leyendo, seguíamos (y seguimos) yendo al despacho de Omid... hasta los viernes 19 y 26 de octubre donde, aunque todo acababa, no era más que el principio. El trabajo concluido, las exposiciones hechas, algunos problemillas con los pps las horas previas... pero al final todo salió, de verdad, de deporte.
Y después de eso, y dejando de lado la estancia en el bar de Metropolitano, donde algunos (mejor dicho alguna) intentan olvidar lo sucedido, la visión retrospectiva sobre cómo uno empezó y cómo ha acabado. Comencé siendo un chico de primero que no sabía nada de paleontología y ahora soy un chaval de tercero periódico (que le vamos a hacer) que sabe mucho más de lo que se imaginaba. Salgo conociendo a mucha gente nueva, a otra tanta gente que conocía poco y que ahora conozco mejor y otros compañeros sobre los que tenía una idea y luego descubrí que éran como todos, un grupo de personas amantes de la geología. Quizá me pueda comparar, y perdonad mi frikismo, con Luke Skywalker, de un simple agricultor a salvador de la galaxia, cuando tuvo que ir a Dagobah a aprender del gran maestro Yoda.
LUKE: ¿Qué hay allí dentro?
YODA: Sólo lo que lleves contigo.
Y aquí estoy, ocho meses después, escribiendo esto en mi casa tranquilamente en este día de fiesta. Simplemente agradecer a todos esta oportunidad que me habeis dado de acercarme más a esta ciencia que amo cada vez más, a pesar de las dificultades. A los jóvenes (y no tan jóvenes) e imberbes (y no tan imberbes) que entrais este año deciros que aprovecheis la oportunidad, pues los frutos que se recogen son muy productivos. Disfrutad de ello, pasadlo bien este minipuente y, como dicen en aquella gran odisea galáctica, ¡¡QUE LA FUERZA OS ACOMPAÑE!
Fenómeno. Para ser tu primera aportación real al blog (la virtual que hiciste al principio sigue esperando, jeje), ha sido toda una lección de exposición del pensamiento.
ResponderEliminarAunque más que Skywalker... por tu definición original de "mercenario de la Geología" que al final queda cautivado por las actividades realizadas y los compañeros... yo diría que te pareces más a Han Solo...
En fín, a ver si hay más gente que se anime a exponer sus opiniones y pensamientos en este panel público... para que todos podamos aprender de ellas...
Yo, con lo que has escrito, he aprendido que no lo estamos haciendo demasiado mal...
Gracias