A pesar de las continuas amenazas de lluvia (que en diversas ocasiones se han materializado, frente a nuestra firme oposición), la jornada de Puertas Abiertas a transcurrido con un sorprendentemente buen número de visitantes. Afortunadamente, hemos contado con la siempre atenta participación de Humberto, Marco y Eloy en las explicaciones paleontológicas. Julian, de Ednya, se ha encargado de las actividades más lúdicas dedicadas a los chavales (aunque pensándolo bien, les hace estrujarse el cerebro un rato) y, además, Juanan y María de Geosfera también han aportado su granito de arena con visitas guiadas a algún grupo que se había quedado descolgado. Así que todo ha ido rodado como la seda.
Entre nuestros visitantes del día, unos muy especiales... Israel Polonio, uno de los fundadores del Proyecto Somosaguas de Paleontología, y su familia han incluido Somosaguas en su visita relámpago de cinco días a España desde su ciudad de residencia, Oslo (Noruega... ese país sin crisis). Ha sido una gozada volver a ver a uno de los más enconados defensores del valor pedagógico y divulgativo de las excavaciones en Somosaguas (esto parece evidente ahora, pero hace 15 años resultaba sumamente extraño de oír y más de entender para una masa de académicos que se encontraban masivamente encerrados y de espaldas al público general).
Porque sí, ni más ni menos que 15 años han pasado ya desde que se inició el Proyecto Somosaguas (el "de Paleontología" se añadió algún tiempo después para distinguirnos de otras cosas que también se hacían en el Campus de Somosaguas) con la primera excavación llevada a cabo por los estudiantes de la asignatura de Palentología de Vertebrados, bajo la dirección de Nieves López Martínez. Para recordarla a ella y a ese momento especial, que supondría un importante punto de inflexión en el modo en como se abordaba la divulgación de los estudios paleontológicos, Israel ha traido unas flores. En una ceremonia muy poco ceremoniosa las ha colocado junto al húmero de mastodonte, que fue el primer hueso descubierto en esa primera campaña y todavía sigue, como testigo mudo de cada excavación, sirviéndonos a modo de calibre de nuestras mediciones de profundidad de los fósiles encontrados año tras año.
Ya por la tarde, la jornada ha transcurrido con tranquilidad... Bueno, se han producido algunas evacuaciones de la cuadrícula por los vientos huracanados que azotaban el toldo como si no hubiera un mañana, pero nada del otro mundo. Así que el trabajo ha continuado de manera más o menos artística, dependiendo del excavador.
Y no puedo terminar esta crónica del día sin mencionar y agradecer el esfuerzo de nuestras compañeras Blanca (que está terminando su tesis doctoral y no puede este año dedicarnos todo su tiempo), Adriana (que ha aprovechado una jornada de docencia silvestre con la asignatura de "Prospección Paleontológica" -sí, como todos los años, hemos tenido a los alumnos de esa asignatura del Grado-Licenciatura-Máster* pateando los alrededores del yacimiento, buscando datos interesantes con lo que redactar un informe que les haga merecedores de 2 de los 10 puntos de su nota en la asignatura-) y Gema (que la semana que viene se nos marcha a Leiden a medir material de sus colecciones paleontológicas), las cuales no querían dejar de venir a echar al menos un día de excavación en Somosaguas.
La Crónica continua...
* Por fin, este será el último año en que esta asignatura sea un caos. A partir del curso que viene, sólo se ofertará como asignatura optativa dentro del Grado en Geología. Finalmente, se habrá conseguido la integración total con el sistema Bolonia y desaparecerán los últimos resquicios de los viejos planes de estudio (hasta se ha requerido la organización de un nuevo Máster de Paleontología).
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