Tras la tarde tormentosa de ayer, hoy el yacimiento ha amanecido bastante húmedo, pero no tanto como podría esperarse, lo cual ha sido un alivio pues hemos podido constatar que era posible continuar con el trabajo.
La primera tarea de la mañana ha sido desalojar con cuidado el agua acumulada en el toldo que teníamos protegiendo el yacimiento de Somosaguas-Norte, para luego proceder a retirarlo y examinar el estado concreto de cada cuadrícula. Estaba claro que durante buena parte de la mañana no se podría excavar en la mitad del yacimiento que había quedado expuesta, pero había que ver cómo estaba la cosa debajo del toldo.
Tras un primer examen quedó claro que en algunos casos era necesario rescatar urgentemente los fósiles expuestos. Esto, junto con el hecho de que algunos excavadores tenían su cuadrícula excesivamente mojada, nos ha obligado a hacer algunas reubicaciones de personal para afrontar tanto la simple tarea de excavar como la de rescatar esos fósiles necesitados. Cuando no había excavador disponible, Enrique se encargaba de los rescates. Teniendo en cuenta que sólo quedan dos días para el cierre, tampoco viene mal ir adelantando este trabajo que siempre lleva más tiempo del esperado.
En fin, que hemos reiniciado nuestras labores de excavación... esta vez a pleno sol. Menos mal que el vientecito hacía soportable la exposición total a los rayos solares (aunque alguno, confiado, seguro que se habrá quemado).
Con respecto a las catas, estas se encontraban demasiado mojadas como para poder seguir trabajando en ellas. Así que hemos recogido los toldos y Esther e Irene se han dedicado a excavar un último resto que quedaba expuesto en la Cata-2. Tras rodearlo con diligencia toda la mañana y finalmente extraerlo se ha podido ver de qué se trataba; ha resultado ser un magnífico calcáneo...
Por la tarde ha continuado el trabajo de la misma manera, con temperaturas primaverales y luminosidad total. El bloque de la mandíbula de Gomphotherium ha seguido siendo profundizado hasta alcanzar el medio metro de pedestal y se ha comenzado el lento pero seguro proceso de separación del yacimiento mediante la técnica de "seteado", que consiste en ir estrechando el pedestal en su parte inferior hasta que adquiere la forma de una seta... Mañana procederemos a envolverlo adecuadamente, cubrirlo con poliuretano, extraerlo y llevárnoslo al laboratorio donde será finalmente preparado.
La Crónica continúa...
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