lunes, 27 de diciembre de 2010

Nieves nos hacía más vivos

Siguiendo la recomendación de nuestro amigo Ome, a través del enlace publicado por los compañeros que en "Tierra de Dinosaurios" han mostrado su tristeza por el fallecimiento de Nieves, hoy nos acercamos al Diario de Andorra, donde también se publicó hace una semana un obituario dedicado a su memoria. Aquí presento una traducción del texto redactado por Jordi Pasques, más o menos asistida por el omnisciente traductor de Google.

Cuando la ciencia nos hace más vivos

Nieves fue una investigadora de pies a cabeza, siempre con la mente abierta al estudio y al pensamiento
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Cuesta poner títulos a los artículos cuando quieres escribir sobre un hecho concreto y a la vez ligarlo con un entorno más amplio.


Hoy el título habla de vida para referirse a una muerte, la de la geóloga burgalesa Nieves López Martínez, catedrática de paleontología de la Universidad Complutense de Madrid, que murió la tarde del miércoles a los sesenta y un años. Cuesta, también, saber cómo la enfermedad le iba adormecido los últimos meses y recordarla con su simpatía en las salidas de prospección y estudio geológico. Ahora mismo, la veo en la cuenca de Tremp, con los grupos de estudiantes universitarios siguiendo las rocas a pie de la carretera de Isona a Bóixols. O los estratos con huesos de dinosaurios de la carretera del Doll, en Fontllonga. O en el valle de Sallent, en Coll de Nargó, estudiando los importantes yacimientos de huevos de los últimos dinosaurios que existieron. Ya no digo en otros yacimientos del resto de España o del mundo. Nieves fue una investigadora de pies a cabeza, siempre con la mente abierta al estudio y al pensamiento, a reflexionar, a establecer con los estudios científicos aportaciones al avance del conocimiento. Hay profesores, catedráticos que, al preguntarles alguna duda o al mostrarles material, hacen como si no sintieran o no vieran nada. Nieves no. Ella cogía los fósiles, alzaba las gafas de mirar de lejos y acercando la vista te regalaba con las palabras del conocimiento, compartiéndolo, enseñándole, haciéndolo útil.

A Nieves López la conocimos a principios de los años noventa, cuando la entonces directora de la Escuela Taller de la Seu d'Urgell, la bióloga Gemma Escribà Jordana, nos propuso aportar material paleontológico, concretamente fósiles marinos de unas colecciones particulares, excepcionales, que hay en Oliana, para montar una exposición en la sala de cultura de Santo Domingo, de la Seu. La exposición fue un éxito y la colaboración de Nieves la hizo más rica en contenido y en pedagogía. Ella clasificó las piezas ante los ilusionados tres coleccionistas autodidactas olianenses, que en un primer momento tenían prevención a mostrar en público sus verdaderos tesoros. Allí vimos como Nieves López, la autora de la práctica y utilizada "Guía de Campo de los Fósiles de España", publicada en 1983, sabía mucho y además, era cercana, sencilla y abierta. A raíz de la exposición, se editó un libreto, entre ella y la profesora urgelense de ciencias biológicas Pili Pérez, titulado "El entorno geológico de la Seu d'Urgell y el Parque Natural del Cadí-Moixeró", una primicia que abrió los ojos a los estudiantes del Alto Urgell y al público en general hacia el mundo de la geología. Después, fue de gran ayuda en la conformación de los estudios y proyección de los yacimientos de huevos de dinosaurios de Coll de Nargó y la sala museística K-T. Siempre que venía Nieves, había toque de corneta para que no faltara nadie. La última vez que coincidimos fue el año pasado, en una excursión por los alrededores de la Seu, siguiendo los pasos del doctor Josep Duró, de Sant Julià de Lòria, cuando a mediados del siglo XX hizo una valiosa y anónima labor de estudio y recolección de fósiles del Mioceno, hace 12 millones de años, colección que ahora la familia Duró-Vidal ha entregado al Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont y que queda en parte expuesta en el museo de Coll de Nargó y que ha motivado una revisión y puesta al día de los yacimientos paleontológicos altourgelenses, como los triásicos del valle de Tost. Justamente, Nieves dirigía actualmente una excavación sobre terrenos del Mioceno en Somosaguas, en Pozuelo de Alarcón (Madrid), orientada, tal como reza el proyecto "a la iniciación de estudiantes en la práctica investigadora, a la aplicación educativa y a la divulgación de la paleontología, y a la preservación del patrimonio geológico y paleontológico".

En estos términos, la educación y la divulgación, la recordaremos todos los compañeros y amigos de las cuencas prepirenaicas de la Noguera Ribagorçana, la Noguera Pallaresa y del Segre. Y cuando desde los balcones de Comiols, de Boumort, o de Pleta Verde, miramos hacia el pueblo de Rivert, donde tenía, junto con su hijo Iván un nido de reposo, de estudio y de estancia, la devolveremos entre nosotros con el recuerdo y el amor por habernos ayudado a conocer y valorar -a hacernos más vivo- el rico patrimonio geológico de nuestra región. Que repose en paz.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Nieves López Martínez y la paleontología de los pequeños fósiles

El eminente paleontólogo español Emiliano Aguirre ha firmado hoy en "El País" un obituario para nuestra querida Nieves, la que fue extraordinaria doctoranda suya, colega científica y amiga. Aquí lo transcribimos.

Nieves López Martínez y la paleontología de los pequeños fósiles

Echaremos de menos a Nieves, persona extraordinaria, científica burgalesa muy apreciada mundialmente, profesora muy querida por sus compañeros y por sus discípulos, que falleció el 15 de diciembre, a los 61 años. Nieves López Martínez, catedrática de Paleontología en la Universidad Complutense de Madrid, destacó en la investigación de las liebres y conejos fósiles, un grupo de pequeños mamíferos saltadores, vegetarianos muy especializados y adaptados, por lo que sus fósiles son muy buenos indicadores ambientales del clima y la ecología, en las sucesivas edades donde se encuentran, desde hace 50 millones de años, a lo largo de las eras Terciaria y Cuaternaria.

Nacida en Burgos en 1949, la paleontóloga Nieves López es célebre como investigadora dedicada a la búsqueda de estos fósiles, en España y en otros países, continentes y archipiélagos, a su estudio con rigor metódico, a la explicación correcta y sin alardes, a la enseñanza fiel de sus resultados y de la ciencia paleontológica, que tanto nos enseña sobre la evolución de la vida a lo largo de tiempos tan dilatados, por medio de esos documentos reales conservados que son los fósiles, y que hay que saber leerlos. Son numerosas las contribuciones científicas de Nieves López a la paleontología en los diversos campos de la Sistemática, Tafonomía, Paleobiogeografía y Bioestratigrafía.

Nieves fue siempre muy entera e inteligente en el desarrollo de sus tareas de prospección, excavación, construcción de ciencia y enseñanza. Amante de la naturaleza y, como su paisano Félix Rodríguez de la Fuente, ansiosa por ello de conocerla más y más, en esos rincones de la larga historia de nuestro planeta. Abierta y serena de carácter, ha sido muy amable y grata amiga de todos sus colegas. Comunicativa y respetuosa, supo discutir para mejorar todos en el saber, buscando la cooperación, la visión más completa, la unión siempre, nunca la ruptura. Así, receptiva y generosa, lo fue no sólo con todos sus compañeros, también con sus profesores y con sus discípulos y los discípulos de estos. Esa es la clave de la evolución. Así ha evolucionado y mejorado nuestro mundo. Sabía Nieves muy bien como crece el árbol de nuestra especie y de la mente y la conciencia humana, amando y dando, generando y uniendo.

Así era capaz de reunir alrededor de una mesa varias docenas de hasta cuatro y cinco generaciones de profesores y alumnos, de doctorandos con sus directores de tesis, y los nuevos doctores dirigidos por ellos. Así Nieves López ha dado poco trabajo al Bien supremo para que, una vez fuera de esta vida, fuera de nuestro espacio y nuestro tiempo, su saber, su cordialidad y su entrega sigan iluminando nuestras vidas y las de sucesivas generaciones de discípulos y lectores.