El día del viernes ha sido sumamente productivo. Parece que el tiempo finalmente ha acompañado a los avezados excavadores de Somosaguas y la soleada mañana ha alegrado los espíritus.
Tanto ha sido así que en la Cata-2 han continuado los descubrimientos de gran calibre. Esta vez Juan ha sido el protagonista con una mandíbula de Anchitherium. Su estado de conservación no es maravilloso, pues se encuentra afectada por un proceso de disolución asociado con las calcretas que son tan abundantes en estos niveles de T3 que se están excavando ahora. Pero en cualquier caso es un nuevo resto de este interedsante caballo primitivo para añadir a la creciente colección de este yacimiento. ¿Tendremos el bicho entero en los alrededores de este punto de muestreo? Sólo en los próximos años podremos llegar a saberlo, jejejeje...
Por otro lado, en Somosaguas-Norte ya se aprecia que los días de aprendizaje previo van dando sus frutos y el ritmo de excavación cada vez es más rápido con una sucesión casi continua de ubicaciones, de mayor o menor importancia. A eso también ayudó en esta jornada el que haya habido un elevado número de excavadores.
Y la mañana se ha completado con el planteamiento final de la Cata-4. Como anticipamos en entradas anteriores, había que reubicarla porque nuevamente habíamos topado con un relleno de origen moderno. Esta vez, la nueva situación de la cata fue cuidadosamente seleccionada por medio de microcatas previas que delimitaron un perímetro adecuado para la Cata-4 (ligeramente desplazada hacia el Nordeste con respecto a us ubicación original). Una vez que por fin Enrique, Ana y yo nos quedamos conformes, pues habíamos localizado los niveles "in situ" de T3, se pudo finalmente establecer el perímetro definitivo y comenzar a su desbroce y preparación del terreno de escavación.
Por la tarde la preparación de esta cata continuó a manos de Carlos y Ernesto, que la dejaron limpia y moronda... y perfectamente lista para iniciar la excavación formal. De hecho, incluso lograron encontrar el primer fósil ubicable de la misma, que como no podía ser de otra manera fue un fragmento de esmalte de nuestro querido mastodonte Gomphotheriu, querido porque es el símbolo del Proyecto Somosaguas de Paleontología desde el inicio del mismo...
Mientras tanto, la mayoría de los alumnos dejaron por una tarde sus instrumentos de excavación para entregarse a la tarea de entender la estratigrafía del área paleontológica de Somosaguas, contando para ello con las excepcionales aptitudes docentes de Omid.
La Crónica continua...
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