Pues si ayer fue tranquilo..., a excepción del magnífico fósil que se encontró en la Cata-2, hoy ha sido uno de los días más calmados que se han vivido en Somosaguas en las últimas temporadas.
El tiempo ha sido apacible... ni demasiado calor, ni demasiado viento. Y no ha habido grandes novedades ni en la cuadrícula ni en la Cata-2.
Un grupo de chavalines de cinco añitos ha estado dando vueltas por los alrededores de la excavación, fielmente guiados por las profesionales manos de los monitores de EDNYA, la empresa que lleva las actividades de educación y divulgación para colegiales en torno a los yacimientos de Somosaguas. Por lo que nos han comentado, han podido detectar una clara diferencia con los grupos que han venido en otras ocasiones fuera de la temporada de excavación. El hecho de ver paleontólogos de verdad trabajando de verdad en el yacimiento ha supuesto una gran motivación para los niños.
Otra de las cosas que hemos podido constatar esta tarde es que, aunque las prácticas de Química nos han robado muchos alumnos, los que han permanecido con nosotros a pesar de las dificultades han sido dotados de amplios recursos para sobrellevar las dificultades de la excavación. Hace unos días, Dani nos mostraba sus gafas de excavación en días de viento. Hoy Ana nos ha enseñado que una bata de laboratorio puede ser un perfecto artilugio para librarse de los rayos del Sol.
Por lo demás, lo dicho, ambiente de gran tanquilidad y relajación. Os dejo con algunas imágenes de excavadores dedicados a su tarea de excavación.
La Crónica continúa...
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